Metempsychosis: The Passion of Pneumatics, la actual exhibición de Ivana Bašić, demuestra su sólido compromiso con la técnica. Bašić logra generar sistemas de materiales combinados que se perciben como un cuerpo unificado. Trabaja con materiales duros de manera que se ven suaves, orgánicos y plásticos. Aunque la conexión con su infancia en la guerra, mencionada en el texto curatorial, parece forzada (siempre instituciones culturales tokenizando las tragedias), es cierto que sus formas y texturas remiten a cuerpos, pieles y órganos internos, que por momentos se muestran violentados. Sin embargo, se acerca más al segundo punto remarcado en el texto: estas combinaciones simbióticas entre lo curvilíneo y las maquinarias metálicas se engloban en las prácticas de un feminismo post-humanista, yo agregaría xenofeminista.
La exhibición es una de esas propuestas de Shinkel Pavillon que atrae personas hambrientas de “montarse”, regulares usuarios de ropa negra, baños de clubs y prolijos desprolijos estilos. Problablemente estos sean los eventos más visitados del espacio1. Tal vez porque, ante todo, la obra de Ivana Bašić remite a un estilo particular que, aunque logrado de manera efectiva, a veces puede parecer sensacionalista.
Performance por Post-Organic Bauplan (dúo de artistas de Argentina con base en Alemania), coproducido por Werkstattmacher e.V. y LOFFT DAS THEATER. Financiado por Kulturamt, Stadt Leipzig. Enero 2021
Tal vez sea mi entorno, pero en los últimos diez años percibí un aumento constante en las corrientes posthumanistas. Esto podría deberse a los rápidos avances tecnológicos combinados con una sensación de alienación, lo que llevó a revisitar las ideas de Foucault, enfocándose en la opresión sobre los cuerpos. La nueva ola de feminismos, aliada con la militancia de lo divergente y las apropiaciones empoderadas de lo monstruoso y lo androide, también contribuyeron al fenómeno. El volumen aumentó con el confinamiento, una vacuna y un virus, resultando en una estética posthumanista que revaloriza a personalidades desde Giger y Cronenberg hasta Paul Preciado y ARCA.
Berlín fue tierra fértil para este fenómeno, no solo por su carácter progresista, sino también porque ya tenía un pasado que la relacionaba con el Futurismo. La ciudad es un hub tecnológico en Europa con cierta hibridación de culturas. Su cultura de club nocturno funciona como un laboratorio para la experimentación con los cuerpos, identidades fluidas y tecnno-logía.
En 2018 se fundó Trauma Bar und Kino en una berlin que requería de una actualización que la sacara de la estética vintage trash que con nostalgia mira sus momentos de gloria pasear como fantasmas por sus calles, ahora abarrotadas de enviós a domicilio, camiones de entrega y scooters. Rapidamente el club se convirtió en fiel representante y espacio de unión del post-humanismo haciendo uso de sus instalaciones durante la pandemia, funcionó como núcleo de producción de emergentes artistas.
Parece inevitable preguntarse hasta dónde puede llegar esta estética que, a veces, parece ser más un estilo que otra cosa. Ante la exhibición de Ivana Basic, vuelvo a sentir un poco de cansancio, como si estuviéramos atrapados, desde hace tiempo, en ese universo de maquinarias orgánicas. Al mismo tiempo, me pregunto, ¿por qué? ¿Por qué el hambre insaciable de consumo constante de 'lo nuevo' u 'original'? ¿Está el capitalismo tan instalado en nuestra manera de pensar que estoy bajo una constante presión, tanto como artista, como al observar a mis colegas, de seguir produciendo en un cambio continuo? De seguir produciendo sin parar?
Suena cliché recurrir al aceleracionismo y a Mark Fisher con su 'realismo capitalista'. La imagen de una rueda de auto yendo a gran velocidad viene a mi mente. En un momento, alcanza una velocidad en la que dejamos de ver su movimiento; el vehículo sigue avanzando, pero la rueda parece fija, e incluso, retrocediendo. Me pregunto si existe un nombre para esto, y sí, es el 'Wagon Wheel Effect'.
"A medida que la "cámara" acelera hacia la derecha, los objetos primero se aceleran deslizándose hacia la izquierda. En el punto medio, de repente parecen cambiar de dirección, pero continúan acelerando hacia la izquierda, desacelerándose."
Cuando un objeto se mueve a una velocidad que no puede ser capturada por la frecuencia de muestreo, se produce un efecto de 'aliasing'. Mis preguntas sobre la percepción del estancamiento en el campo cultural llegan a una nueva hipótesis: ¿será que todo se mueve tan rápido que no somos capaces de percibirlo? Por eso sentimos simultáneamente la aceleración y el estancamiento. Nuestras limitaciones físicas se enfrentan a un contexto que cada vez se mueve más rápido; nuestras frecuencias de muestreo no pueden con tanta información. Solo queda confiar en las máquinas, creadas para albergar y procesar información a mayor velocidad, o entregarse al pesimismo que se llevó a Mark.
Eventos como “FAKE-ESTATE” (Anna Uddenberg: ), “Human is“, ““Mall of Anonymous” llegan a triplicar o más la actividad del espacio en redes.